El auge de los documentales o semi-documentales, cuando uno logra asistir a gran número de proyecciones, te proporciona la sensación de haber hecho un viaje alrededor del mundo, gracias a la presencia de films de los lugares más remotos del planeta y sus costumbres exóticas.

Acabo de leer que en Argentina se filmaron 130 largometrajes el año pasado y supongo que ese aumento de producciones, es un fenómeno que se da en la mayoría de los países, principalmente entre la gente joven (el BAFICI convoca a opera prima o segunda obra de un director), y que a posterior se les hace difícil conseguir un medio de exhibición, es decir, penetrar en las grandes cadenas de distribución y exhibición; lo podemos observar últimamente en la cantidad de mini-festivales (de 10 películas, promedio), que se anuncian en Buenos Aires, como “Festival Suizo”, “Festival Europeo”, de “Nueva Zelandia”, etc.
Cómo mis colegas Pablo Derecho y Sebastián Sayas, eran debutantes compañeros de jurado, les expliqué un mecanismo de votación que en la 16ª muestra del Festival Internacional de Mar del Plata, aprendí estando junto a Vilmos Zsigmond y que consiste en que cada uno de nosotros elija tres películas, y a su vez a cada una le de una calificación de 3 puntos a la que considera la mejor, 2 a la que le sigue y 1 punto a la tercera. Al finalizar las proyecciones, nos reunimos los tres, sumamos los puntajes y el mas alto determinará la ganadora. Otra mención que hizo Zsigmond en aquella oportunidad y me quedo grabado, es que no se puede premiar una excelente fotografía en una mala película; tiene que ser una buena foto en una buena película. Con estos antecedentes nuestra elegida fue “El Estudiante”, film argentino de Santiago Mitre en la que figuran cuatro Directores de Fotografía: Gustavo Biazzi, Soledad Rodriguez, Federico Cantini y Alejo Maglio. Esta situación atípica, nos movió a otorgarles, además de la estatuilla, un libro de la historia de los Directores de Fotografía en Argentina, editado por la ADF, a cada uno.


Otro film que tuvimos en consideración como segunda opción, fue “Le Quattro Volte” de Michelangelo Trammartino, con fotografía de Andrea Locatelli, película infrecuente, sin diálogos, de planos fijos, mitad documental y mitad ficción, que obtuvo premio a la mejor película europea en Cannes 2010; -esa especie de film en que pareciera que no pasa nada y pasa de todo,- según palabras del crítico Horacio Bernades. Una curiosidad: el único “actor profesional” del elenco, es un perro entrenado llamado Vuk; en Cannes le dieron la “Palma Canina Especial”. Este film se acaba de estrenar en Buenos Aires.
Asistí a 27 películas, incluidas las 19 obligatorias de Competencia Internacional, y elijo como la mejor que vi a la iraní: “Nader y Simin, una Separación” de Asghar Farhadi. Escuché que se va a estrenar en Argentina con el nombre “La Separación”.
Otras que me parecieron muy buenas, son: “Cueva de los Sueños Perdidos”, documental en 3D de Werner Herzog. “Copia Certificada” de Abbas Kiarostami. “Nostalgia de la Luz” de Patricio Guzman. “Nuremberg: its lesson for today” de Stuart Shulberg.
Por último mencionemos que como mejor film en Competencia Internacional, de todo el festival, el jurado premió al documental francés: “Qué Descansen en la Revuelta (Figuras de Guerras I)”.
Hasta la próxima edición en el 2012.
Rogelio Chomnalez (ADF)